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- Le compros el camellos en doce monedas de oro compradre.
- No compadre... mi camellus me levanta temprano ya con el desayuno listo, es muy eficiente y obediente - Contesto el comerciante –
- Le compros el camellus en veinte monedas de oro.
- No compadre... mi camellus levanta, viste y lleva a los niños a la escuela.
- No se diga mas, le doy treinta monedas de oro por el camellus.
- No compadre… mi camellus me lleva y trae del trabajo, va al mercado, me hace de comer, y hasta hace la tarea con los niños y los acuesta.
- Comadre le doy cien monedas de oro por el camellus.
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El comerciante ya por cien monedas de oro, decide vender el camello, no sin antes advertirle al compadre que lo piense bien, porque se ha encariñado con el camello, pero en definitiva no aceptara devoluciones.
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Al día siguiente el compadre regresa molesto, arrastrando tras de sí al camello echado y le dice:
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- Compadre el camellus no hace nada de lo que me dijo, solo quiere estar echado.
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A lo cual el comerciante le dice:
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- Compadre: No hable mal del camellus… porque si lo haces, no vas a poder venderlo.
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MORALEJA: No es bueno hablar mal de las exparejas ni de los extrabajos.... Calladito se ve uno más bonito.
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